El trabajo en equipo puede mejorar mucho siguiendo unas cuantas directrices muy simples: - Le damos prominencia a aquello que las Escrituras consideran importante. Nos preguntamos: "Cuán a menudo trata la Biblia esto?" Los problemas menores también necesitan solución, pero no a costa de las confrontaciones de importancia.
- Cada mes dedicamos una hora a la oración por nuestro personal y nuestra junta. Una persona que busca al Señor a favor de los líderes de la iglesia gozará de la atención de éstos cuando quiera recomendar algún cambio.
- El hecho de expresar nuestra opinión es más importante que el que sea aprobada. Los miembros de una familia necesitan la oportunidad de expresar sus puntos de vista. Eso no significa que tengamos que hacer siempre lo que esa persona dice, pero sí escucharla.
- Retenemos el apoyo financiero sólo en casos de fuerza mayor. Algunos dicen:
"Mi única forma de protestar es reteniendo mis ofrendas". Sin embargo, eso nos quita el derecho a hablar desde cualquier plataforma. - Mientras estamos en la junta, seguimos conectados a la esencia de la vida de la iglesia. Una vez que hemos sido electos, no tratamos de alejarnos de la tensión creativa del ministerio.. Esto ayuda a que nuestra decisiones se apoyen en lo práctico más que en lo especulativo.
- Un voto mayoritario es fuerte indicativo de la voluntad de Dios. Si la junta ha sido llamada por el Señor para servir, entonces la lógica presume que el Señor dará a conocer su voluntad a través de cada uno de los miembros. Tal vez la minoría tenga la razón, pero quizá el momento no sea el indicado.
- Nunca guarde silencio en una reunión con respecto a algún asunto sobre el cual usted no se callaría en su casa. Los problemas surgen cuando las opiniones que se han expresado claramente fuera de la reunión nunca son expresadas dentro de la misma.
- Todo voto en disconformidad simboliza una posible señal de advertencia por parte del Señor. Ningún líder sincero quiere un comité que sólo refrende las decisiones que él toma. El objetivo debe ser lograr una unanimidad bien meditada y entusiasta.
- Ámense unos a otros, rechacen las ideas. Los eventos sociales ocasionales con todos los miembros de la junta y sus esposas, en donde no se hable del trabajo, han demostrado ser un ejercicio saludable.
- La autoridad espiritual no se utilizará como un garrote. Un voto en contra de un líder espiritual no necesariamente insinúa una falta de compromiso o madurez espiritual.
Para comentar: - ¿Cómo alienta su iglesia a las personas para que expresen sus puntos de vista sobre asuntos críticos?
- Cómo iglesia, ¿cuáles son las reglas no expresadas? ¿ Cómo podemos ser más intencionales en cuanto a lo que valoramos?
- ¿Cuáles son los asuntos de prominencia en las Escrituras a los que necesitan darle importancia en su iglesia?
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